Málaga, una ventana al mundo

El propósito de esta obra es representar a Málaga como una ciudad abierta y de gran valor artístico y cultural. Para ello, se ha usado el mar como la base sobre la que se alza la ciudad y que sirve de puerta de entrada. Para la ciudad, se han dispuesto a modo de collage una serie de elementos tradicionales y culturales propios (nazareno-Semana Santa, abanico-feria, Catedral, arco que enmarca la ilustración-Alcazaba) junto con otros símbolos identitarios como La Farola, el Jardín de la Concepción, la biznaga, el espeto y la figura de El Cenachero. Se ha empleado un estilo gráfico de líneas limpias y una paleta de colores variada y con tonos vibrantes que transmiten la riqueza cultural y artística que tiene la ciudad y su naturaleza dinámica y viva, que la hacen tan atractiva y única.